La peor madre del mundo

Bienvenidos al club de los padres y madres imperfectos

lunes, 24 de noviembre de 2014

Artículos: Ser una madre cutre cuesta


La peor madre del mundo nació como un blog, en un portal que posteriormente se integró en los portales temáticos del periódico ARA (exactamente en el portal Criatures). Ser una madre cutre cuesta fue el primer artículo que colgué en el blog. Es una presentación y una defensa de la imperfección a base de humor que, cuatro años y medio más tarde, aún mantengo. 


El pasado mes de octubre se publicó una entrevista en la sección La contra de La Vanguardia con Lenore Skenazy, una señora que se autoproclamaba “La peor madre de América”. Su pecado consistía en permitir que su hijo de nueve años fuese al cole en metro, solo. Un policía, extrañado, paró y preguntó al niño, pero no creyó su versión y llamó a la madre del pequeño viajero. Cuando Lenore confirmó que, efectivamente, había dejado que su hijo transitase solo por Nueva York, el policía le insinuó que estaba exponiendo a su hijo a peligros infinitos. Desde entonces la mujer se ha convertido en una firme defensora de la crianza de los hijos desde la confianza, hace un llamamiento para que hagamos más autónomos a nuestros hijos y todo eso. 

O sea… ¡Lenore hacia trampa! Bautizándose como la peor madre se estaba colgando la medalla a la madre responsable. Y no. El título es demasiado bonito como para que se lo quede la primera madre estupenda de turno, de aquellas que alimentan a los niños con berenjenas asadas sin que los niños vomiten. Que crían niños que leen a Proust con doce años recién cumplidos. Que compran pantalones blancos a sus criaturas con la firme convicción que los pantalones continuarán siendo del mismo color un día después de estrenarlos. O aquellos padres –sí, porqué hablo desde la posición de madre porqué soy mujer, pero la cosa no va de ser madre sino de tener menores de edad a cargo (MEC)- que los llevan a exposiciones y sus hijos les hacen preguntas interesantes sobre los cuadros que ven conjuntamente en feliz harmonía… ¡Ni hablar! 

Ser una madre cutre cuesta y desde aquí reivindico el título honorífico de LA PEOR MADRE DEL MUNDO para las personas terrenales, para la gente de carne y hueso a la que le falla el desodorante y que alimentan a sus retoños a base de rebozados y kétchup, porqué es la manera más barata de tener vacaciones, ni que sean vacaciones mentales, durante los diez minutos que dura la cena y en la que, ahora sí, hacen preguntas interesantes sobre la comida que engullen conjuntamente en feliz harmonía. 

Lenore, lo siento pero el título es nuestro.



Nota: La foto que ilustra este post se ha publicado bajo licencia Creative Commons en el Flickr del usuario “Podravka” 

No hay comentarios:

Publicar un comentario